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Corazón. Desarrollando el amor y la compasión.

En esta sesión hablaremos del papel de la compasión hacia los demás y el auto-cuidado a uno mismo. Descubriremos por qué son tan importantes para la manera en la que vivimos

Aprenderemos cómo desarrollar estas aptitudes en nuestra vida a través de la práctica del mindfulness y la meditación.

¿QUÉ ES MINDFULNESS?

La definición más establecida de Mindfulness quizá sea la definición de Jon Kabat-Zinn, creador de uno de los métodos para reconocidos científicamente para reducir el estrés, Mindfulness bases Stress Reduction (MBSR). Kabat-Zin define Mindfulness como “La conciencia que surge, cuando prestamos atención al momento presente, de forma deliberada, y sin juzgar”. Aceptando la realidad del momento presente tal y como es sin intentar cambiarlo. No cómo a mí me gustaría que fuera sino como es en realidad.

En esta definición tenemos tres componentes muy importantes:

PRESENTE, ORIENTARSE A LA EXPERIENCIA:

Experimentamos Mindfulness cuando prestamos atención, momento a momento, a lo que ocurre aquí y ahora, conectando con las sensaciones y emociones de cada momento. Se trata de evitar la tendencia que tenemos a llevar la atención continuamente hacia el pasado o el futuro, reviviendo lo que hicimos y no podemos cambiar o imaginando lo que queremos que pase y no podemos predecir.

Como vimos en la sesión tres, el cuerpo es la mejor herramienta para darse cuenta si se está notando la experiencia a nivel físico. Las sensaciones físicas sólo se pueden vivir en presente. Una mayor sensibilidad hacia el cuerpo tiene múltiples beneficios, ayuda a desarrollar una mejor postura, hidratarse cuando tiene sed, comer cuando necesita nutrirse, evitar lesiones en el deporte, descansar cuando lo necesita y en definitiva como vimos en la sesión anterior, hacer una mejor interpretación de la realidad que nos conduzca al equilibrio.

LA INTENCIÓN

Ya hablamos de la intención en la primera sesión como la fuerza más poderosa para conseguir un objetivo. La intención será fundamental para dirigir la atención, ya que la tendencia natural de la mente será a viajar hacia otros momentos.

La intención, será la atención el propósito, implica ser consciente de dónde está la atención en cada momento y poder orientarla de nuevo si se distrae. (Por ejemplo, si me entra un whatsapp en mitad de una conversación importante, reconocer la distracción, pero ser capaz de redirigir la atención hacia lo más importante en ese momento)

SIN JUICIO:

La presencia en Mindfulness también está orientada a la suspensión del juicio, hacia los demás y hacia nosotros mismos. Aprender a experimentar la realidad tal y como se presente, sin compararla con nada ni intentar modificarla.

Si la atención está centrada en la aceptación presente, las situaciones van cambiando y surgen nuevas posibilidades que podemos considerar. Por el contrario, cuando la atención está centrada en las ideas, es fácil quedarse anclado en nuestras ideas preconcebidas generando insatisfacción y más sufrimiento.

Gran parte de los problemas interpersonales que tenemos, están basados en suposiciones que tomamos cómo la única verdad posible. Suspender el juicio permite abrirse a otras posibilidades, activar la empatía y facilita las relaciones.

Y no sólo hacía los demás, sino hacia nosotros mismos, la auto exigencia y la culpabilidad son dos de las mayores causas de sufrimiento humano y son generadas por el juicio a nosotros mismos.

Estas aptitudes se pueden cultivar con entrenamiento, pero éste requiere constancia y práctica para re-organizar las conexiones cerebrales y poder transformar nuestra conducta y nuestra vida.

Pero para todo ésto es necesario un componente de amabilidad.

VIVE CON EL CORAZÓN

La versión oriental de Mindfulness es “estar presente desde el corazón”. Es un matiz muy importante, porque por mucho que desarrollemos nuestra capacidad de atención plena, sin ese componente de amabilidad hacia nosotros mismos y hacia los demás es muy difícil ser realmente felices.

En chino es representado con dos ideogramas: uno que representa estar aquí y ahora y otro que significa corazón. Corazón a modo de símbolo, vivir la vida con corazón.

Estar presente desde el corazón, por tanto, significa estar atento a lo que sucede con ese componente de amabilidad que subyace a todas nuestras palabras, acciones y pensamientos. Nos permite cultivar la compasión, la alegría empática y la ecuanimidad hacia nosotros mismos y hacia los demás, haciendo más agradable la vida de los que nos rodean y la nuestra propia.

A medida que el mundo se vuelve cada vez más ocupado y complejo, la importancia de desarrollar y entrenar nuestra mente para ser mejores personas se vuelve aún más esencial. Correr y esforzarse simplemente por lograr “hacer” no sirve para un bien mayor, ni ayuda a crear un mundo mejor, a menos que esté presente una atención humana.

De hecho, lo que muchas personas llaman logros (estatus, riqueza y posesiones) son en realidad el resultado directo de la falta de sabiduría. Vienen de luchar por ganancias egoístas a expensas de otros, o expensas del planeta e incluso de nosotros mismos y nuestra salud. Y que además está científicamente demostrado que no nos hace más felices.

EL AMOR Y LA COMPASIÓN

La ciencia moderna nos está mostrando ahora que existe un altruismo genuino, un potencial muy real que existe dentro de cada uno de nosotros y que nos acerca a la felicidad. El amor y la compasión son las virtudes cardinales de la existencia humana y el corazón es el camino del bienestar. La conciencia de los sentimientos, necesidades y preocupaciones de los demás es algo muy importante para poder relacionarnos de la mejor manera posible con nuestro entorno.

La compasión es la habilidad que tenemos de no sólo comprender el sufrimiento del otro, sino de responder al deseo de aliviarlo y reducirlo. El concepto de compasión es más simple y a la vez más intenso que la propia empatía y nos invita a querer ayudar y mitigar el sufrimiento ajeno.

La emoción de la compasión se divide en diferentes componentes:

Un componente cognitivo que engloba la atención y evaluación del sufrimiento ajeno, además del reconocimiento de nuestras capacidades para actuar frente al sufrimiento de los demás.

Un componente conductual que incluye el compromiso por parte de cada uno y la decisión firme de realizar acciones que ayuden a eliminar el sufrimiento.

Un componente emocional que nos impulse a actuar desde nuestras entrañas, generando reacciones emocionales que nos proporcionen satisfacción personal. Nuestro grado de bienestar psicológico depende en parte, del tipo de relaciones que forjamos con los demás. Si tejemos relaciones con hilos de bondad y compasión es más fácil que nos sintamos satisfechos con nuestras acciones.

LA AUTO-COMPASIÓN

A veces, a quienes peor tratamos, más juzgamos y por debajo valoramos, es a nosotros mismos. No hay nadie que sea tan exigente como tú mismo lo eres contigo. Ésto nos lleva a un modo de vivir que resulta muy poco satisfactorio, porque nunca estamos a la altura de lo esperado y se hace necesario dirigir esa compasión hacia nosotros mismos.

La auto-compasión, nos aporta una actitud comprensiva con nosotros mismos, especialmente cuando las cosas no salen como esperamos. Aprender a desarrollar la compasión es una habilidad que nos puede ayudar a sentirnos más felices y satisfechos en nuestra vida diaria; No se trata de abusar ni recrearnos en ella, por supuesto, pero sí regular la auto-exigencia con la que nos medimos continuamente no sintiéndonos nunca a la altura de lo esperado.

A través de la meditación podemos cultivar el desarrollo de nuestras cualidades de benevolencia y compasión, permitiéndonos recuperar el equilibrio emocional y la sensación de felicidad.

La práctica que os propongo en el vídeo de esta semana, es una de las prácticas más tradicionales para desarrollar el amor y la compasión que todos llevamos dentro. Realizada con continuidad, verás cómo te ayuda a generar esos deseos hacia ti mismo, y todos los seres que te rodean.

“Sé el cambio que quieres ver en el mundo”.

-Gandhi